No te quedes inmóvil al borde del camino,
no congeles el jubilo, no quieras con desgana,
no te salves ahora, ni nunca,
no te salves, no te llenes de calma.
No reserves del mundo solo un rincón tranquilo,
no dejes caer los parpados pesados como juicios,
no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo no puedes evitarlo,
y congelas el jubilo y quieres con desgana,
y te salvas ahora y te llenas de calma,
y reservas del mundo solo un rincón tranquilo,
y dejas caer los parpados pesados como juicios,
y te secas sin labios y te duermes sin sueño,
y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo,
y te quedas inmóvil al borde del camino,
y te salvas, entonces, no te quedes conmigo.
no congeles el jubilo, no quieras con desgana,
no te salves ahora, ni nunca,
no te salves, no te llenes de calma.
No reserves del mundo solo un rincón tranquilo,
no dejes caer los parpados pesados como juicios,
no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo no puedes evitarlo,
y congelas el jubilo y quieres con desgana,
y te salvas ahora y te llenas de calma,
y reservas del mundo solo un rincón tranquilo,
y dejas caer los parpados pesados como juicios,
y te secas sin labios y te duermes sin sueño,
y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo,
y te quedas inmóvil al borde del camino,
y te salvas, entonces, no te quedes conmigo.
MARIO BENEDETI
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