Dado que muchas personas me han pedido información al respecto de los nombres de heridos tras las explosiones el pasado 15 de septiembre en la ciudad de Morelia, me permito reproducir ante su inquietud un fragmento de articulo, publicado por el diario en linea Milenio.Com , como lista provisional, esperando pueda servir de algo a su interés, mientras consigo la lista completa. Si quieren ir a la fuente original hagan clic aquí.
FUENTE MILENIO.COM :
Éstas son las secuelas que dejó la explosión de dos granadas de fragmentación. Son estampas de impotencia, son tiempos inciertos.
“Esto apenas empieza. Estamos seguros de que correrá mucha sangre, los mexicanos necesitamos una ley y una policía verdadera que frene a la delincuencia. Es cruel la pena de muerte, pero no hay otro recurso.”
Ésas fueron las palabras de José Mariano Navarro Mendoza, quien llegó al forense a reconocer y recoger el cadáver de su hermana María del Pilar.
Cuando José Mariano se enteró del atentado terrorista salió de la población de Penjamillo, en el Bajío michoacano. Él sabía que su hermana aprovechó el puente vacacional y se trasladó a Morelia para convivir con sus amistades. No volverá a su lugar de residencia, el puerto de Tampico, Tamaulipas.
Antonio Rico López también está destrozado. Sus dos hijas, sus “pequeños amores”, Ana María, de 19 años, y Carmen Liliana Rico Urbina, de 21, fueron alcanzadas por las esquirlas de la granada que detonó justo en sus piernas.
Ana María ya no tiene sus piernas; a su hermana mayor también le amputaron una y está a punto de perder la otra. Antonio echa el tiempo sólo unas horas atrás: “Mis amores me pidieron permiso para ir al Grito de Independencia y luego un rato más para estar en la verbena, en los juegos pirotécnicos”.
Las lágrimas se imponen. La hija mayor está en coma. La menor no sale de terapia intensiva. En otras camas de ese hospital otras dos mujeres han perdido la batalla: Martha Quintero Brambila, de 42 años, y Elizabeth García, de 76.
El caso de Angélica Jazmín Bucio Guzmán, de 18 años, es más que digno. Es una de las víctimas que en medio de su dolor, con manos totalmente quemadas, y con seis integrantes de su familia, incluyendo a su primo de dos años, hospitalizados, colabora con las autoriades: “Vi el momento en que la granada golpeó en la nuca de un hombre adulto que estaba parado frente a mí. Lo primero que hice fue cubrir a mi primito”.
Otras vidas penden de un hilo: Belén Zavala Rodríguez, de 54 años; Lucia Pérez Pérez, de 19; Ricardo Figueroa Martínez, de 19; Antonio Quiroz Sandoval, de 36; Froilán Zamora Barajas, de 42, y Julio César López Martínez, de 23 años.
Las estampas de dolor también se viven en otros nosocomios, como en el Infantil de Morelia y en el IMSS. En el primero 11 niños, uno de ellos con cuadro clínico de gravedad, se aferran a la vida. En el Seguro Social se tiene un reporte de 26 hospitalizados; en tanto que en el Hospital de la Mujer son atendidas 15 personas y en el Star Médica ocho más.
En otros nosocomios siguen en cama Arturo Francisco Luna de 29 años; María Santos García Bernabé, de 20; Salvador Hernández Arreola, de 33; Juan Manuel Martínez Gaytán, de 36; Angelina Yasmín Guzmán, de 18; Fernando Orozco, de 28, y Guadalupe Hernández de 36 años.
Ricardo Hernández Fierro también sigue herido de gravedad. Su mente tiene estampada no sólo la imagen de su novia abrazada a él en la Plaza Melchor Ocampo. En ese momento el piso se cimbró.
Después todo fue confusión. Ahora tiene presente rostros de espanto y dolor. Su mente está alterada, como alterada quedó la fiesta patria.
“Esto apenas empieza. Estamos seguros de que correrá mucha sangre, los mexicanos necesitamos una ley y una policía verdadera que frene a la delincuencia. Es cruel la pena de muerte, pero no hay otro recurso.”
Ésas fueron las palabras de José Mariano Navarro Mendoza, quien llegó al forense a reconocer y recoger el cadáver de su hermana María del Pilar.
Cuando José Mariano se enteró del atentado terrorista salió de la población de Penjamillo, en el Bajío michoacano. Él sabía que su hermana aprovechó el puente vacacional y se trasladó a Morelia para convivir con sus amistades. No volverá a su lugar de residencia, el puerto de Tampico, Tamaulipas.
Antonio Rico López también está destrozado. Sus dos hijas, sus “pequeños amores”, Ana María, de 19 años, y Carmen Liliana Rico Urbina, de 21, fueron alcanzadas por las esquirlas de la granada que detonó justo en sus piernas.
Ana María ya no tiene sus piernas; a su hermana mayor también le amputaron una y está a punto de perder la otra. Antonio echa el tiempo sólo unas horas atrás: “Mis amores me pidieron permiso para ir al Grito de Independencia y luego un rato más para estar en la verbena, en los juegos pirotécnicos”.
Las lágrimas se imponen. La hija mayor está en coma. La menor no sale de terapia intensiva. En otras camas de ese hospital otras dos mujeres han perdido la batalla: Martha Quintero Brambila, de 42 años, y Elizabeth García, de 76.
El caso de Angélica Jazmín Bucio Guzmán, de 18 años, es más que digno. Es una de las víctimas que en medio de su dolor, con manos totalmente quemadas, y con seis integrantes de su familia, incluyendo a su primo de dos años, hospitalizados, colabora con las autoriades: “Vi el momento en que la granada golpeó en la nuca de un hombre adulto que estaba parado frente a mí. Lo primero que hice fue cubrir a mi primito”.
Otras vidas penden de un hilo: Belén Zavala Rodríguez, de 54 años; Lucia Pérez Pérez, de 19; Ricardo Figueroa Martínez, de 19; Antonio Quiroz Sandoval, de 36; Froilán Zamora Barajas, de 42, y Julio César López Martínez, de 23 años.
Las estampas de dolor también se viven en otros nosocomios, como en el Infantil de Morelia y en el IMSS. En el primero 11 niños, uno de ellos con cuadro clínico de gravedad, se aferran a la vida. En el Seguro Social se tiene un reporte de 26 hospitalizados; en tanto que en el Hospital de la Mujer son atendidas 15 personas y en el Star Médica ocho más.
En otros nosocomios siguen en cama Arturo Francisco Luna de 29 años; María Santos García Bernabé, de 20; Salvador Hernández Arreola, de 33; Juan Manuel Martínez Gaytán, de 36; Angelina Yasmín Guzmán, de 18; Fernando Orozco, de 28, y Guadalupe Hernández de 36 años.
Ricardo Hernández Fierro también sigue herido de gravedad. Su mente tiene estampada no sólo la imagen de su novia abrazada a él en la Plaza Melchor Ocampo. En ese momento el piso se cimbró.
Después todo fue confusión. Ahora tiene presente rostros de espanto y dolor. Su mente está alterada, como alterada quedó la fiesta patria.
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